Miel de manglar

Reemplaza el rugido de las motosierras y los golpes sordos de los machetes con el zumbido de las abejas. En Kenia, las Seychelles, Vietnam y muchos otros países con costas tropicales, los agricultores están colocando colmenas de abejas melíferas entre los manglares. Un mangle es un arbusto o árbol que crece principalmente en agua salina o salobre. Los manglares suelen crecer a lo largo de las costas y los ríos de marea, con adaptaciones especiales para absorber oxígeno adicional y eliminar la sal, lo que les permite tolerar condiciones que matarían a la mayoría de las plantas. Para algunas personas, la miel de manglar es una adaptación climática, más resistente y sostenible que otros medios de vida. Para otros, las abejas también son una defensa de los manglares, una amenaza punzante para disuadir la tala ilegal. En todo el mundo, la relación de la humanidad con los manglares está cambiando para mejor.

Un apicultor en las Seychelles muestra un panal de miel. Imagen: Africa Press.

Los manglares son una pieza vital del plan climático. Además de retener el carbono, los manglares sustentan otros ecosistemas saludables. Los peces juveniles se refugian entre las raíces de los manglares hasta que son lo suficientemente grandes como para vivir en los arrecifes de coral. Los manglares protegen las costas de la erosión, suavizando las marejadas ciclónicas para las comunidades costeras y evitando que el agua de mar dañe otros hábitats cercanos. Durante gran parte del siglo XX, estos beneficios fueron ignorados, y los manglares fueron eliminados para obtener leña, material de construcción o para el desarrollo costero.

Ahora, además de mejorar la protección de los gobiernos y los grupos conservacionistas internacionales, las comunidades locales se están dando cuenta del valor de los manglares saludables a través de la miel. La apicultura en los manglares es mutuamente beneficiosa: los árboles de manglar reciben una amplia polinización de las abejas, mientras que los apicultores obtienen la preciada miel de manglar.

No todas las mieles son iguales. El sabor de la miel puede variar enormemente según el néctar de las plantas que cosechen las abejas. Hay alrededor de 70 especies de manglares, y la miel de cada una tiene su propio color y sabor: algunas se comparan con el caramelo o el regaliz; Algunos son dulces, mientras que otros son amargos o ligeramente salados. Cargada de minerales y antioxidantes, la miel de manglar se ha vuelto codiciada en las comunidades locales por sus propiedades medicinales. La miel se ha convertido rápidamente en una valiosa fuente de ingresos para los agricultores locales.

En Kenia, las propias abejas están ayudando a proteger los manglares. Los miembros del grupo conservacionista Tulinde Mikoko han comenzado a colocar colmenas en lo alto, escondidas en las copas de los árboles donde los madereros no las detectarán fácilmente. Si bien es difícil rastrear la agresividad con la que las abejas defenderán los árboles cercanos, los madereros que talaron un manglar con una colmena en su parte superior recibirán una conmoción que no olvidarán pronto.

La práctica de la apicultura entre manglares es un cambio de pensamiento en comparación con décadas pasadas. Aquí, como en tantos sectores y comunidades, la fría economía de la extracción está siendo reemplazada por formas de vida sostenibles que no solo coexisten con la naturaleza, sino que benefician y fortalecen al medio ambiente y a la comunidad por igual.