Se necesitan dos para reverdecer el hidrógeno

La casa del tango pronto se convertirá en uno de los principales proveedores de hidrógeno verde para el mundo. Argentina cuenta con abundantes recursos naturales para la producción de hidrógeno neutro en carbono, pero décadas de dificultades económicas significan que Argentina necesita un socio que ocupe un lugar central. La Unión Europea será ese socio.

Arroyo Aqua Negra, en la provincia argentina de San Juan. Este es uno de los muchos ríos de Argentina que fluyen desde la Cordillera de los Andes hacia el Océano Atlántico. Crédito de la foto: usuario de Wikimedia EagLau (CC BY-SA 4.0).

De pie en una llanura de la Patagonia, la vasta región sur de Argentina, sentiría la energía renovable. La extensión sin árboles y el aire que desciende por la ladera occidental de los Andes hacen que el viento de la Patagonia sea famoso por ser fuerte y consistente. Si combinamos eso con muchos ríos, Argentina es un candidato principal para producir hidrógeno verde. El país tiene tanto el agua como la abundante energía verde necesaria para producir hidrógeno por electrólisis. Eso es genial para la Unión Europea, que está ansiosa por expandir el suministro de hidrógeno verde.

Para Argentina, esta alianza es un salvavidas económico. Los argentinos han visto cómo los fondos especulativos se niegan a permitir que su país reestructure su deuda, y han sido testigos de cómo un candidato presidencial llevó una motosierra real a un discurso de campaña para ilustrar lo que planeaba hacer con el gasto público. Convertirse en un centro de producción de hidrógeno verde, con los puestos de trabajo y el aumento del comercio que conlleva, parece un primer punto de apoyo sólido con el que escalar.